JULIANA NAVARRO NIÑO
COM. SOCIAL
La tecnología fue creada por y para el hombre, con el fin de facilitar su vida. Con el tiempo esos avances han hecho que todo lo no perteneciente a esta realidad vaya perdiendo importancia y por ende se encuentre en vía de extinción. La realidad virtual y el PC, son las palabras básicas en las que se fundan la educación del futuro, el que no sabe su significado ni su manejo es un “analfabeta”. Esto ocurre porque nos hemos encargado de cambiar significados y de construir nuevos términos, los cuales se convierten en evidencia de nuestro lento pero radical cambio. La Internet, para nadie es un secreto, nos brinda e incluso suple necesidades que hasta hace un tiempo era imposible. Esto infiere en todo los campos, porque inclusive la educación también es accesible por medio de la red, de esta forma lo tangible y hasta ahora existente simplemente ya no existe.
La comunicación que en sus orígenes se entendía como una mediación personal, una interacción cara a cara, ahora toma otro rumbo: el Chat cumple la misma función de manera mediatizada gracias a la tecnología que nos arrasa cada vez más y la cual nos transforma con ella. Este sistema de interacción es el más preferido por las personas ya que en este pueden ser lo que no son o incluso tener la autonomía que en “nuestra realidad” no existe. La utópica libertad de prensa, en la Internet es un hecho, es una verdad lo cual hace que se recurra a este medio, y de esta forma se evada la denominada tradicional.
El único requisito para el acceso a esta simplemente es estar conectado a un MODEM, convirtiéndose en una de las grandes ventajas que suministra este medio, ya que presta servicios de utilidad a todo el público con o sin estudios profesionales, de igual forma el que la emplea para dar su opinión o simplemente para emplear el consumismo. Con esto me refiero al artículo del periódico de EL TIEMPO del 21 de enero de 2007 repensar las facultades de comunicación social cuando asegura “Cualquiera con una tecnología mínima se puede convertir en un reportero ocasional”. Con esta frase, lo que el autor hace pensar es que la labor del comunicador, hoy en día, ya no requiere de una preparación profesional, sino empírica, ya que en este medio se puede ser, como vulgarmente dicen, lo que quiera. Esta premisa y el hecho que la tecnología desplace los medios tradicionales, me genera una pregunta con la cual finalizo: ¿la academia de comunicación social sigue siendo un factor inherente a la sociedad y por ende siempre va a ser necesaria?
miércoles, 21 de febrero de 2007
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